jueves, 14 de marzo de 2013

Historia del Teatro Nacional


Los datos de la historia, nos remite al grandioso año de 1841, cuando la hermosa mansión capitalina del Sr. Rafael Meléndez albergaba momentáneamente las veladas que dieron origen en aquel entonces a los primeros intentos de Teatro escenificado en el país, año que marca el inicio del movimiento Teatral salvadoreño.

A finales de 1842, Don Mariano Cáceres levantó sobre las paredes de su casa una extravagante construcción que se convertiría en el primer edificio diseñado especialmente para representaciones escénicas. Se trataba de un enorme cono de paja al descubierto que proporcionaba las condiciones acústicas necesarias para dicho propósito.
Así fue como se creó el primer Teatro que tuviera la clásica ciudad de San Salvador. En él se presentaron obras como "Catalina Howard", "El sitio de la Rochelia", "Lázaro el mundo".

El guatemalteco, Tiburcio Estrada, visitaba con frecuencia esta sala con su compañía Teatral, quienes eran del agrado de los apreciantes de la época. Este Teatro era sostenido por los hermanos Mariano, Polio y Alejo Cáceres.
Cuatro años más tarde, en 1846, con motivo de celebrar las fiestas del "Salvador del mundo", los "cohetes de vara" y demás fuegos artificiales, terminaron por incendiarlo.

Antes que esto sucediera, vino a San Salvador el Sr. Mariano Luke con su bien organizada compañía dramática, bajo la Sub-secretaría de Relaciones Exteriores presidida por el Sr. Juan José Cañas (también poeta quien en 1879 escribiría la letra original del actual Himno Nacional de El Salvador).
El Sr. Luke, no estando dispuesto a trabajar a patio descubierto ni a salón reducido, hubo sugerido la construcción de un Teatro con los aspectos técnicos necesarios. Al otro extremo de la cuadra misma donde existió aquel Teatro primitivo era donde se reunía el congreso Nacional anualmente y fue ahí donde se construyó dicho Teatro.

En 1852, a iniciativa del Sr. Francisco Dueñas, presidente de esa época, y a instancias de Don Pedro Pómulo Negrete y Don Julio Rosignon, se dispuso la construcción de un "Teatro Nacional".
Fue durante la presidencia del Sr. Dueñas que se dio el respaldo a la petición del Sr. Cañas para la construcción del Teatro, y fue autorizado el Sr. Felipe Chávez para cubrir semanalmente los gastos de la obra. Se procedió a dar por iniciado los trabajos de edificación una vez limpio el terreno, bajo la dirección del Sr. Mario Guzmán (constructor) y el Ing. José María Peralta. Después de cinco meses el Teatro comenzó a prestar sus servicios; sin ambargo el 18 de febrero 1910, fue reducido a cenizas, nuevamente, por un incendio.

Entre otras, la obras dramáticas que estuvieron en cartelera de este Teatro son "Las dos flores o Rosa María" de Francisco Esteban Galindo, "Los misterios del hogar" de Román Mayorga Rivas y Francisco Gavidia, "La tragedia de Morazán o Morazánida" de Francisco Díaz, "El Ursino y Júpiter" de Francisco Gavidia.
En este recinto también se escucharon las voces de poetas como Juan José Cañas (el mismo diplomático antes mencionado), Francisco Castaneda, Rubén Darío, La voz de oro de María Guerrero, Antonio Arévalo, Francisco Sánchez de León, entre otros.

En 1903, se creo la "Junta de fomento de San Salvador", quien llevó a cabo el concurso de planos para la construcción de un nuevo Teatro, después del incendio del anterior. Fueron los proyectos "Melpemone" y "Dos puntos azules", los ganadores del concurso, ambos eran de origen francés.
Fue entonces que en fecha 3 de noviembre de 1911, el entonces Sr. Presidente de la República, Manuel Enrique Araujo, su gabinete y otras delegaciones, colocaron la primera piedra. Se daban por iniciados los trabajos del actual "Teatro Nacional de San Salvador".
Este nuevo edificio del estilo del "Renacimiento francés modernizado", ostenta una fachada de cuarenta y dos metros de frente por noventa y siete de altura y su construcción es de sistema "Hennebique", cemento armado. Este fue inaugurado por el Sr. presidente de la República de entonces, Carlos Meléndez, en fecha 1 de marzo de 1917.

En 1950, se crea la Dirección Nacional de Bellas Artes y junto a esta, la Escuela Nacional de Teatro "Gerardo Nieva" que funcionaba en el edificio.

En 1976, se dio inició a una remodelación bajo la dirección del Arq. Ricardo Jiménez Castillo, quien con el apoyo del Gobierno de la República, quien financiaba la obra, se contrataron personajes selectos como Roberto Salomón para el escenario contemporáneo, Simón Magaña para la decoración, Carlos Cañas para la elaboración de murales y pinturas y Margarita Álvarez de Martínez para los acabados en repujado de cobre que adornarían las puertas de los palcos.

Posteriormente se incorporaron al trabajo, artesanos de Ilobasco y alumnos del entonces Bachillerato en Artes especialidad pintura; estos últimos dirigidos por Carlos Cañas.

Según Simón Magaña, decorador, su estilo permite seguir agregando elementos sin que todo esto se dañe, sino por el contrario, esto lo enriquezca en términos propiamente estilísticos.

Sus espacios fueron decorados por varios estilos, como Versailles, Rococó, Romántico y Art Noveau, con toques regionales. Algunos de los muebles fueron elaborados en un taller en el Teatro, el resto del mobiliario fue importado desde Estados Unidos; hablamos de alfombras, butacas (imitando la línea Thonet), atriles, tapices.
Con esto, fue reinaugurado el 5 de noviembre de 1978 con la entrega del Premio Nacional de Cultura en ese año, otorgado al caricaturista "Tono" Salazar en la rama de artes y al Dr. Julio Fausto Hernández en la rama de la ciencia.

Por Decreto Legislativo, el Teatro Nacional de San Salvador fue declarado "Monumento Nacional" en 1979.

En el año de 1992, recibió de parte del Gobierno de Japón el equipamiento de luces y sonido, para complementar su esplendor.

En el año 2001, El Salvador sufrió dos terremotos. El Teatro, habiendo resistido la embestida de los terremotos de 1917, así como el de 1932 (no afectando mucho la ciudad de San Salvador), 1965, 1982 y 1986, sucumbe y queda significativamente dañado por dos los mismos que se dieron con un solo mes de diferencia: El 13 de enero y febrero respectivamente.

Su reparación se inicia en el año de 2003 por el entonces Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), cuya obra fue concluida en el año 2008, reinaugurándose nuevamente el 23 de mayo; sin embargo comenzó a funcionar nuevamente a todo esplendor el día 29 de septimbre del mismo año.

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