A finales de 1842, Don Mariano Cáceres levantó sobre las paredes de su casa una extravagante construcción que se convertiría en el
 primer edificio diseñado especialmente para representaciones escénicas.
 Se trataba de un enorme cono de paja al descubierto que proporcionaba 
las condiciones acústicas necesarias para dicho propósito.
Así
 fue como se creó el primer Teatro que tuviera la clásica ciudad de San 
Salvador. En él se presentaron obras como "Catalina Howard", "El sitio 
de la Rochelia", "Lázaro el mundo".
El
 guatemalteco, Tiburcio Estrada, visitaba con frecuencia esta sala con 
su compañía Teatral, quienes eran del agrado de los apreciantes de la 
época. Este Teatro era sostenido por los hermanos Mariano, Polio y Alejo
 Cáceres.
Cuatro años más tarde, en 1846, con motivo de celebrar las fiestas del "Salvador del mundo", los "cohetes de vara" y demás fuegos artificiales, terminaron por incendiarlo.
Cuatro años más tarde, en 1846, con motivo de celebrar las fiestas del "Salvador del mundo", los "cohetes de vara" y demás fuegos artificiales, terminaron por incendiarlo.
Antes
 que esto sucediera, vino a San Salvador el Sr. Mariano Luke con su bien
 organizada compañía dramática, bajo la Sub-secretaría de Relaciones 
Exteriores presidida por el Sr. Juan José Cañas (también poeta quien en 
1879 escribiría la letra original del actual Himno Nacional de El 
Salvador).
 El
 Sr. Luke, no estando dispuesto a trabajar a patio descubierto ni a 
salón reducido, hubo sugerido la construcción de un Teatro con los 
aspectos técnicos necesarios. Al otro extremo de la cuadra misma donde 
existió aquel Teatro primitivo era donde se reunía el congreso Nacional 
anualmente y fue ahí donde se construyó dicho Teatro.
El
 Sr. Luke, no estando dispuesto a trabajar a patio descubierto ni a 
salón reducido, hubo sugerido la construcción de un Teatro con los 
aspectos técnicos necesarios. Al otro extremo de la cuadra misma donde 
existió aquel Teatro primitivo era donde se reunía el congreso Nacional 
anualmente y fue ahí donde se construyó dicho Teatro.
En
 1852, a iniciativa del Sr. Francisco Dueñas, presidente de esa época, y
 a instancias de Don Pedro Pómulo Negrete y Don Julio Rosignon, se 
dispuso la construcción de un "Teatro Nacional".
 Fue
 durante la presidencia del Sr. Dueñas que se dio el respaldo a la 
petición del Sr. Cañas para la construcción del Teatro, y fue autorizado
 el Sr. Felipe Chávez para cubrir semanalmente los gastos de la obra. Se
 procedió a dar por iniciado los trabajos de edificación una vez limpio 
el terreno, bajo la dirección del Sr. Mario Guzmán (constructor) y el 
Ing. José María Peralta. Después de cinco meses el Teatro comenzó a 
prestar sus servicios; sin ambargo el 18 de febrero 1910, fue reducido a
 cenizas, nuevamente, por un incendio.
Fue
 durante la presidencia del Sr. Dueñas que se dio el respaldo a la 
petición del Sr. Cañas para la construcción del Teatro, y fue autorizado
 el Sr. Felipe Chávez para cubrir semanalmente los gastos de la obra. Se
 procedió a dar por iniciado los trabajos de edificación una vez limpio 
el terreno, bajo la dirección del Sr. Mario Guzmán (constructor) y el 
Ing. José María Peralta. Después de cinco meses el Teatro comenzó a 
prestar sus servicios; sin ambargo el 18 de febrero 1910, fue reducido a
 cenizas, nuevamente, por un incendio.
Entre
 otras, la obras dramáticas que estuvieron en cartelera de este Teatro 
son "Las dos flores o Rosa María" de Francisco Esteban Galindo, "Los 
misterios del hogar" de Román Mayorga Rivas y Francisco Gavidia, "La 
tragedia de Morazán o Morazánida" de Francisco Díaz, "El Ursino y 
Júpiter" de Francisco Gavidia.
En
 este recinto también se escucharon las voces de poetas como Juan José 
Cañas (el mismo diplomático antes mencionado), Francisco Castaneda, 
Rubén Darío, La voz de oro de María Guerrero, Antonio Arévalo, Francisco
 Sánchez de León, entre otros.
En
 1903, se creo la "Junta de fomento de San Salvador", quien llevó a cabo
 el concurso de planos para la construcción de un nuevo Teatro, después 
del incendio del anterior. Fueron los proyectos "Melpemone" y "Dos 
puntos azules", los ganadores del concurso, ambos eran de origen 
francés.
Fue
 entonces que en fecha 3 de noviembre de 1911, el entonces Sr. 
Presidente de la República, Manuel Enrique Araujo, su gabinete y otras 
delegaciones, colocaron la primera piedra. Se daban por iniciados los 
trabajos del actual "Teatro Nacional de San Salvador".
En
 1950, se crea la Dirección Nacional de Bellas Artes y junto a esta, la 
Escuela Nacional de Teatro "Gerardo Nieva" que funcionaba en el 
edificio.
En
 1976, se dio inició a una remodelación bajo la dirección del Arq. 
Ricardo Jiménez Castillo, quien con el apoyo del Gobierno de la 
República, quien financiaba la obra, se contrataron personajes selectos 
como Roberto Salomón para el escenario contemporáneo, Simón Magaña para 
la decoración, Carlos Cañas para la elaboración de murales y pinturas y 
Margarita Álvarez de Martínez para los acabados en repujado de cobre que
 adornarían las puertas de los palcos.
Posteriormente
 se incorporaron al trabajo, artesanos de Ilobasco y alumnos del 
entonces Bachillerato en Artes especialidad pintura; estos últimos 
dirigidos por Carlos Cañas.
Según
 Simón Magaña, decorador, su estilo permite seguir agregando elementos 
sin que todo esto se dañe, sino por el contrario, esto lo enriquezca en 
términos propiamente estilísticos.
Sus
 espacios fueron decorados por varios estilos, como Versailles, Rococó, 
Romántico y Art Noveau, con toques regionales. Algunos de los muebles 
fueron elaborados en un taller en el Teatro, el resto del mobiliario fue
 importado desde Estados Unidos; hablamos de alfombras, butacas 
(imitando la línea Thonet), atriles, tapices.
Con
 esto, fue reinaugurado el 5 de noviembre de 1978 con la entrega del 
Premio Nacional de Cultura en ese año, otorgado al caricaturista "Tono" 
Salazar en la rama de artes y al Dr. Julio Fausto Hernández en la rama 
de la ciencia.
Por Decreto Legislativo, el Teatro Nacional de San Salvador fue declarado "Monumento Nacional" en 1979.
En el año de 1992, recibió de parte del Gobierno de Japón el equipamiento de luces y sonido, para complementar su esplendor.
 En
 el año 2001, El Salvador sufrió dos terremotos. El Teatro, habiendo 
resistido la embestida de los terremotos de 1917, así como el de 1932 
(no afectando mucho la ciudad de San Salvador), 1965, 1982 y 1986, 
sucumbe y queda significativamente dañado por dos los mismos que se 
dieron con un solo mes de diferencia: El 13 de enero y febrero 
respectivamente.
En
 el año 2001, El Salvador sufrió dos terremotos. El Teatro, habiendo 
resistido la embestida de los terremotos de 1917, así como el de 1932 
(no afectando mucho la ciudad de San Salvador), 1965, 1982 y 1986, 
sucumbe y queda significativamente dañado por dos los mismos que se 
dieron con un solo mes de diferencia: El 13 de enero y febrero 
respectivamente.
Su
 reparación se inicia en el año de 2003 por el entonces Consejo Nacional
 para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), cuya obra fue concluida en el 
año 2008, reinaugurándose nuevamente el 23 de mayo; sin embargo comenzó a
 funcionar nuevamente a todo esplendor el día 29 de septimbre del mismo 
año.
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