Secuestro de Inés Guadalupe Duarte Durán, hija del Presidente
de Republica José Napoleón Duarte. El 10 de octubre de 1985 es secuestrada por
las FAL brazo armado del partido comunista organización del FMLN, la hija del
Presidente Duarte; lo siguiente es el relato de Adolfo Rey Prendes relacionado
al secuestro de la hija del Presidente José Napoleón Duarte. “En la segunda
semana del mes de septiembre de 1985, la hija del presidente Duarte, Inés
Guadalupe, fue secuestrada por un grupo de hombres armados cuando se dirigía a
un centro de estudios, el 15 de septiembre, en un esfuerzo por conocer quiénes
eran los responsables del secuestro, en la avioneta presidencial, partimos
Ricardo Acevedo Peralta y el suscrito a México, para entrevistarnos con los
grupo civiles del FDR. Después de hablar con algunos de ellos, nos dimos cuenta
de que o no sabían nada o no nos querían dar información alguna.
Decidí, entonces, que para descubrir la identidad de los secuestradores, era importante que el mundo conociera lo que comunicaban por la radio y, sin decirle ni pedirle autorización al presidente Duarte, le informaba al representante de la agencia internacional de noticias de la Prensa Asociada (AP), en cual frecuencia enviarían cada uno de sus mensajes. Los secuestradores se encontraban desconcertados de que todas sus conversaciones aparecían íntegras en los despachos de prensa de la AP, por lo que, finalmente, decidieron quitarse la máscara y, por medio de sus representantes en el exterior les comunicaron a diversos gobiernos que un comando del FMLN había cometido el secuestro.
Los representantes del FDR fueron los que informaron a los gobiernos de Francia, México, Colombia y al mundo de quiénes habían perpetrado el secuestro. La verdad era que el secuestro lo perpetró un comando especial de las FAL, el brazo armado del Partido Comunista, sin que los otros miembros lo hubieran autorizado. La tardanza en informarle al gobierno, se debió a que el Partido Comunista estaba tratando de convencer a los otros cuatro grupos del FMLN, de que los apoyaran y, fue hasta que lo consiguieron, aunque a regañadientes, que decidieron informarle al mundo y, por consecuencia, al presidente Duarte, de que los responsables habían sido grupos subversivos.
Decidí, entonces, que para descubrir la identidad de los secuestradores, era importante que el mundo conociera lo que comunicaban por la radio y, sin decirle ni pedirle autorización al presidente Duarte, le informaba al representante de la agencia internacional de noticias de la Prensa Asociada (AP), en cual frecuencia enviarían cada uno de sus mensajes. Los secuestradores se encontraban desconcertados de que todas sus conversaciones aparecían íntegras en los despachos de prensa de la AP, por lo que, finalmente, decidieron quitarse la máscara y, por medio de sus representantes en el exterior les comunicaron a diversos gobiernos que un comando del FMLN había cometido el secuestro.
Los representantes del FDR fueron los que informaron a los gobiernos de Francia, México, Colombia y al mundo de quiénes habían perpetrado el secuestro. La verdad era que el secuestro lo perpetró un comando especial de las FAL, el brazo armado del Partido Comunista, sin que los otros miembros lo hubieran autorizado. La tardanza en informarle al gobierno, se debió a que el Partido Comunista estaba tratando de convencer a los otros cuatro grupos del FMLN, de que los apoyaran y, fue hasta que lo consiguieron, aunque a regañadientes, que decidieron informarle al mundo y, por consecuencia, al presidente Duarte, de que los responsables habían sido grupos subversivos.
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